Para sentirte bien solo hace falta escuchar a dos grandes.
Voz llena de fascinantes armónicos de Pablo Alborán, con ese gusto para cantar con el que Dios le dotó y esa poesía que derrocha.
Y Jorge Drexler, ese músico duende que se cuela en tu corazón con la magia desenfadada y discreta de sus hermosas canciones.
Clara Serrano
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