Todos se me van en enero,
Ululando el frío
por las esquinas y tejados.
Avisa de que la Parca se acerca
a robar corazones fatigados.
Pasas sin pena, pero gloriosa,
sin mirar a los lados,
soberbia y final vencedora,
la vista fija,decidida y codiciosa,
y con un manto de frío,
mortal, paulatino, silencioso,
arropas a tu presa y te la llevas,
nunca preparada para tu llegada.
Dónde te has ido con ella, con él...
qué puerta has abierto o cuál,
para siempre, has cerrado ...
No encuentro sentido a tu vida,
pues en cada uno de nosotros habitas,
paciente y adormecida,
residuo pútrido de nuestra existencia.
Dejándonos al partir
la desoladora pena de lo perdido,
la fatalidad de un viaje sin regreso.
Clara Serrano.
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